martes, febrero 12, 2008

Poco que contar

El domingo a las 8 salí para hacer la última rodada larga antes de Valencia y, de paso, para comprobar cómo iba mi gemeloizquierdo.

Salgo despacito porque el gemeloizquierdo me avisa de que no está para bromas, pero a los dos kilómetros veo a un tío delante mío que iba a buen ritmo y cambio un poco y,... ¡craso error!, el gemeloizquierdo se agarra a mis terminaciones nerviosas y me manda un mensaje urgente: No te pases un pelo de listo que me declaro en huelga hasta Magdalena.

¡Sooo, para el carro! No tengo más remedio que volver al ritmo de 5 y pico, viendo como el individuo en cuestión se iba raudo como un galgo hacia el Grao.

Llego al Pinar y ruedo unos minutos, pero en un bache del terreno ... ¡zas! Tercer aviso del gemeloizquierdo: ¡Qué te he dicho! Mira por dónde pisas, zoquete. Visto lo visto, abandono el Pinar y me vuelvo hacia mi amada/odiada Ronda, no sin antes divisar en lontananza al grueso del gupo de caballeros -esta vez sin Nomaz- trotando por el circuito del Cross, encabezado por Tato.

Conforme voy bajando hacia la Ronda, mi gemeloizquierdo se va adormilando -parece que le gusta la música que llevo-, así que me decido a darle un buen puyazo y hago un cambio que, para sorpresa mía, no es respondido con blasfemia alguna por parte del susodicho músculo.

¡Esta es la mía!, pensé. Mantuve el ritmo 4'40 durante unos kilómetros, hasta acabar unaronda, y al acometer la segundaronda, empuñe la estocada y ¡ñaca!, otro cambio de ritmo, también sin respuesta por parte del malhadado. Hago los últimos 3km a 4'20, estiro un poco y llego a casa. Total, 1h40 de rodaje de menos a más, y el gemeloizquierdo parece dominado.

¡O eso creía!¡Ja! Tras casi dos horas de planchaintensiva, el susodicho se despereza ligeramente pero logro dominarlo, pero luego, por la tarde, cuando me pongo a jugar a tenis con mi hijo, el gemelo despierta furibundo y me dice que se las voy a pagar todas juntas, lo que hace que tenga que vagar por la pista como alma en pena para regocijo de mi vástago.

El lunes me acerco a ver a Nomaz, que me dice que tengo una contractura, que menuda forma tengo de tratar a mi gemeloizquierdo -ante la complacencia del mismo, claro- y, como penitencia, me impone las manos en un trabajo que, no por limpio fue menos doloroso.

A mediodía salí durante una hora sin altercado alguno, puesto que mi gemeloizquierdo todavía estaba anestesiado tras la azotaina recibida.

Hoy he descansado, pues el tiempo no estaba para garambainas y uno podía constiparse; mañana veremos cómo responde mi queridísimo -está escuchando, el cotilla- gemeloizquierdo.

3 comentarios:

Takuma Ggroc dijo...

Una somanta de palos hay que meterle al tio ese, que manera de tocas las narices.
Venga animo, descansa esta semana y recupera que la faena ya esta hecha y seguro que Valencia la conseguimos dominar

JUNGLA dijo...

Pero qué bruto eres. ¿Por qué haces esas barbaridades a falta de 6 días para el Maratón?

Meloexpliquen. ;-P

No tienes perdón de NoMaz ni mío.;-P

Vicente dijo...

Ggroc, lo de descansar, lo justo, que uno se acostumbra.

Jungla, ¿barbaridades? Con lo bien que me lo paso. Además, estoy bastante comedido últimamente.

¿Y tú, qué tal, preparada para Borriol? Yo seguramente iré a la de Castro-Alfondeguilla.