miércoles, diciembre 10, 2008

Tristes recuerdos

Todavía recuerdo, con una dolorosa mezcla de rabia, indignación e impotencia, aquellos días de Marzo de 2.007 en los que ardió la zona adyacente al Sanatorio de la Magdalena, preciado pulmón verde de nuestra ciudad, y guardo unas palabras que escribí en el foro el domingo posterior al incendio, al visitar la zona devastada, y que reproduzco a continuación:

El domingo por la mañana salí a visitar a nuestra hermana montaña, enferma de gravedad, y se me cayó el alma a los pies. Un intenso y penetrante olor a quemado anunciaba el desastre que momentos después iba a presenciar. Llegué solo, como se debe ir cuando vas a visitar a un hermano o un amigo del alma; solo y dispuesto a escuchar, solo y dispuesto a compartir su sufrimiento, solo y dispuesto a llorar con y por ella.

Me recibió acogedora en su desolación, recelosa y desconfiada tras tantas traiciones. Allí estaba, supurando cenizas y carbón, con su piel quemada de gravedad, repleta de cadáveres arbóreos, llorando por sus vegetales hijos caídos en una ardiente emboscada. Recorrí sus arterias, obstruidas por troncos que han dejado de crecer, por restos de la masacre, resecas de vida. Estuvo un buen rato hablándome, contándome su milenaria historia, desde los tiempos en que reinaba majestuosa y rebosando vida hasta que una nueva especie apareció y comenzó a esquilmarla y someterla, robándole su tierras, destruyendo sus recursos.

Y ella me pregunta y no se qué responderle; escucho sus reproches y advertencias sin intención de contradecirle -¿cómo hacerlo si la razón le asiste?-

Tras un largo rato hablando le prometí volver regularmente a visitarla, le prometí no olvidarla jamás, le prometí hablar de ella y de sus súplicas a mis semejantes, le prometí fidelidad hasta la muerte,... le prometí todo cuanto me pidió, y regresé triste y apesadumbrado, puesto que de sobras conozco mi especie y su catadura y mi escepticismo acerca de su futuro es bien conocido.

Si algun día tengo ganas os contaré alguna de las conversaciones que mantuve con la hermana montaña, ... Gaia dirá.

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