lunes, junio 18, 2007

Sant Joan de Moro

El viernes por la noche no podía dormir, parecía que me estrenaba en esto de las carreras. Pero es que cuando me retiré en la MiM, sabiendo que mimalditotalónderecho estaba maltrecho y que tendría que parar, me planteé como primer objetivo reaparecer en Moró.

Tras las visitas del traumatólogo y de mi magnífico fisio, Nomaz, no las tenía todas conmigo; es más, el traumatólogo no me dará el alta hasta Julio y Nomaz, aunque no me lo ha dicho directamente, no era partidario de que saliera a Moró.

Pero, en mi caso, necesito proponerme unos objetivos para motivarme, y creo que aunque ahora esté algo peor de mimalditotalónderecho que el viernes, estoy mucho mejor en general y el haber participado y acabado la carrera me ha fortalecido anímicamente una barbaridad.

El sábado a las 5h30 estaba despierto. Desayuno, me cambio, hago la visita pertinente al WC, reviso mis bártulos y me voy hacia Moró. En cuanto llego voy a exponer mi caso de la pérdida del dorsal y Petjada me comenta que ya lo habían previsto y que habían duplicado los dorsales que se recogían en las tiendas: primer tanto para la organización.

Comienza a llegar gente y, por supuesto, conocidos. Es tremenda la cantidad de gente que me conoce y/o a la que conozco, el ambiente en las carreras es entrañable, casi diría que familiar. Hablo con varios compañeros de Amics del Clot –enhorabuena a Xavi, cuarto veterano-, llegan Ritxi, Berto –hoy de calle-, Pirata, Jungla, … bueno, que sin darme cuenta es casi la hora y me pongo a calentar con Alpin y Pirata bajo una ligera lluvia que luego nos acompañaría con mayor o menor intensidad durante toda la carrera.

En la salida me despisto y no salgo adelante, síntoma de que el tiempo final no es mi objetivo. La gente, como siempre, sale disparada; yo cojo un ritmo aceptable y así pasan los primeros kilómetros por asfalto; durante unos minutos corro con Punxa, pero después lo pierdo.

En la subida me coge Pirata y rodamos juntos un buen rato; voy subiendo tranquilo, sin forzar. El haber salido retrasado hace que pille un par de tapones, pero no me preocupa, estoy disfrutando mucho; la lluvia en días calurosos como éste me encanta, la montaña huele mucho mejor cuando llueve.

Llegando arriba del todo veo a Berto, que me “anima”: “Te veo demasiado atrás, vas un poco lento”; tiene razón, pero hacía tiempo que no iba a una carrera sin objetivos de tiempo, así que había que aprovecharlo. Una vez comienza la bajada me “emociono” y comienzo a subir el ritmo; paso a varios grupetes hasta llegar a uno de tres en el que el tercero parece nervioso por pasar pero no se atreve; le animo a pedir paso, lo hace y me voy detrás de él. El suelo mojado te hace ir muy concentrado, la bajada es estrecha, de senda, …¡estoy en mi salsa! Finaliza la bajada y bajo mi ritmo, hace más de un mes que no ruedo más de una hora y hay que reservar.

El tramo que más sufro es el de la bajada por pista: si me lanzo noto que el pie derecho puede resentirse; si me freno sufren las rodillas. Así pues, lo paso como puedo y me alegra ver cuando finaliza.

Sigo a un ritmo tranquilo hasta la última bajada, en la que vuelvo a apretar. Cojo a un corredor que no me da paso, no encuentro hueco por dónde pasarle, así que en una curva veo un recto y me lanzo por allí: ¡sorpresa! He calculado mal la altura, así que utilizo mi culocolchón para deslizarme; el corredor me pregunta si me he hecho daño pero yo le respondo bajando rápido que nada, nada, mientras me frotaba con energía mis doloridas ancas.

De ahí al final pongo un ritmo sostenido y me dejo algo para el final. Voy con un chaval joven; a kilómetro y medio nos pasa un corredor bastante justito de fuerzas, está con nosotros unos metros y comienza a irse; comento con el chaval que podemos cambiar, pero que hay que dejar un cambio para el final; no lo veo muy decidido, así que aumentamos ligeramente el ritmo, lo suficiente para que no se nos vaya apenas el corredor. Divisamos meta y entonces cambio, entrando en meta con fuerzas y muy satisfecho. El tiempo no es bueno, pero no importa, hoy no.

Después viene una larga sobremesa, charlando con unos y otros, felicitando a los laureados (excepto a Jungla, que se enteró en casa de su podium). Allí estaban Ayacucho y Berto buscando desesperadamente a Grillo –enhorabuena, veterano-, Ritxi con su familia al completo, mis compañeros de Amics del Clot, y tantas y tantos foreros que participaron. Pronto llegó Erenida, una de las grandes triunfadoras del día, vaya recuperación la suya.

La organización estuvo excelente, con Petjada que parecía estar en todos los sitios, unas cocas de muerte, toda la bebida que quisiéramos,… ¡que aprendan muchas otras organizaciones!

Así pues, un día excelente de montaña en compañía de excelentes compañeros, ¿qué más se puede pedir?

4 comentarios:

The Dark Knight dijo...

Vicente; me alegra que te fuera tan bién por Moró y que te lo pasaras de maravilla.
Estas ultimas semanas he estado muy pendiente de tu recuperación y has sido una buena fuente de inspiración para mí ahora que soy yo el que está ko.
Sige así y ya nos conoceremos en la próxima; El Bartolo quizás??.
Un saludo.

Vicente dijo...

Pues ya veremos si hago el Bartolo, depende de si estoy plenamente recuperado. Y tú, ¿qué es lo que tienes? Ya te ví con marcas en la pierna en Moró, pero no creía que fuera nada serio.
Animo, y aprovecha para descansar algo.

Angel dijo...

M'alegre que pasares un bon dia de muntanya , espere que eixes molesties del "malditotalonderecho" desapareguen del tot.
Vinga fins la proxima

JUNGLA dijo...

Qué bien esa vuelta a las carreras ¿eh? Te vicias, te vicias...y de menos a más ;-) Enhorabuena.