lunes, febrero 16, 2009

Leed, leed

La lectura fue uno de los tesoros que mi abuelo paterno, con la inestimable ayuda de mis padres, me entregó, y que me acompañará allá donde vaya. Y es un tesoro muy especial: creador de mundos mágicos, compañero en la soledad, maestro en la vida,...

Hoy recuerdo a dos grandes de la literatura (otra de mis pasiones, algo dejada de la mano de Dios en estos últimos tiempos): Edgar Allan Poe y Julio Cortázar.

En mi adolescencia fui un voraz lector de Edgar Allan Poe, extraordinario escritor, tanto de relatos cortos como de excelentes poemas. Otro maestro de la literatura, Sir Arthur Conan Doyle, dijo de él: "Si cada autor de una historia en algo deudora de Poe pagase una décima parte de los honorarios que recibe por ella para un monumento al maestro, se podría hacer una pirámide tan alta como la de Keops."

Reproduzco un fragmento de uno de sus relatos cortos:

La caída de la casa Usher (fragmento)

" En el más verde de nuestros valles, habitado por los ángeles buenos, antaño un bello y majestuoso palacio -un radiante palacio-alzaba su frente. En los dominios del rey Pensamiento, allí se elevaba. Jamás un serafín desplegó el ala sobre un edificio la mitad de bello. Banderas amarillas, gloriosas doradas sobre su remate flotaban y ondeaban (esto, todo esto, sucedía hace mucho, muchísimo tiempo); y a cada suave brisa que retozaba en aquellos gratos días, a lo largo de los muros pálidos y empenachados se elevaba un aroma alado. Los que vagaban por ese alegre valle, a través de dos ventanas iluminadas, veían espíritus moviéndose musicalmente a los sones de un laúd bien templado, en torno a un trono donde, sentado (porfirogénito) con un fausto digno de su gloria, aparecía el señor del reino. Y refulgente de perlas y rubíes era la puerta del bello palacio por la que salía a oleadas, a oleadas, a oleadas y centelleaba sin cesar, una turba de Ecos cuya grata misión era sólo cantar, con voces de magnífica belleza, el talento y el saber de su rey. Pero seres malvados, con ropajes de luto, asaltaron la elevada posición del monarca;(ah, lloremos, pues nunca el alba despuntará sobre él, el desolado) Y en torno a su mansión, la gloria que rojeaba y florecía es sólo una historia oscuramente recordada de las viejas edades sepultadas. Y ahora los viajeros, en ese valle, a través de las ventanas rojizas, ven amplias formas moviéndose fantásticamente en una desacorde melodía; mientras, cual un rápido y horrible río, a través de la pálida puerta una horrenda turba se precipita eternamente, riendo, mas sin sonreír nunca más. "

A Cortázar lo descubrí más tarde, y también me encandiló. Curiosamente, Cortázar fue un entusiasta lector de Poe, lo que denota su excelente gusto :).

De Cortázar, cómo no, un fragmento de “Rayuela”:

"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua."

2 comentarios:

Miguel dijo...

.....Buff!!!....que bueno....el escarabajo de oro,el barril de amontillado, la caída de la casa Usher, el cuervo.....etc..., Poe marcó las directrices de muchos estilos literarios.....un maestro.

....Voy a buscar ese viejo libro de cuentos de Edgard Allan Poe....hace años que no lo leo....Gracias Vicente!!!

Vicente dijo...

Miguel, yo tengo una edición de bolsillo en dos tomos, algo ajada por el uso y el paso del tiempo, y la guardo como oro en paño, no por su valor económico sino por su valor sentimental.
Cuando mi hijo mayor crezca un poco más espero que lo lea y se enamore de él, tal y como me pasó a mí.