martes, octubre 24, 2006

El día después del 10.000


Pensaba salir a primera hora de la mañana a la montaña para hacer un rodaje suave después del 10.000 de ayer, pero a las 6:00 se despertó uno de los gemelos y cuando conseguí dormirlo lo único que me apetecía era meterme en el sobre.
Decidí salir a media mañana, pero la cosa se lió y no pudo ser, así que a las 21:45, después de un día un tanto ajetreado, le digo a mi mujer:

- (con voz cansada) Bueno, ahora que están todos durmiendo,… me voy a correr un rato, a ver si se me pasa el agobio.
- (se gira y me mira sorprendida) ¿¿a correr??¿¿a estas horas??¿No tuviste carrera ayer? … Bueno, ve donde quieras (con resignación).
- Bueno, pues hasta dentro de 45 minutos más o menos.

Salgo con el MP3 y música de Amaral y La Oreja con el propósito de rodar un rato en plan lento. Hace una noche espléndida, da gusto correr; a los 20 minutos me quedo sin batería en el MP3 pero me da igual, estoy disfrutando de lo lindo. Cuando me doy cuenta, llevo 11km a 5’, así que me encamino hacia casa, totalmente recuperado del torbellino de día que he pasado –para que luego hablen del descanso dominical, ja-.

Llego y subo los 6 pisos por las escaleras, como casi siempre; me ducho, estiro un poco y me dispongo a cenar cuando mi mujer me dice:

- Ya veo que se te ha ido el agobio, tienes otra cara.

Ciertamente, el rato que he pasado corriendo ha cambiado mi humor, con el único inconveniente de que hasta la una de la madrugada no me entra el sueño, pero ha merecido la pena.

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